O EL PODER DE LAS PALABRAS...
A veces las
emociones dirigen las palabras hacia lo ascendente, llevándose la luz de todos
los cielos iluminados, o pueden desviarlas hacia las profundidades de la
tierra, escenario oscuro que confunde y hiere.
Hay palabras que
sanan y otras que enferman.
Una palabra mal
enfocada provoca la ruina del edificio.
Las palabras
amorosas son las palabras luz, de eso no hay duda.
CONTEMPLANDO A LA PALABRA
Enebro y coso las letras
en el telar de mi imaginación.
Sucumbo ante la maravilla,
me estremezco ante la expresión
del caudal de palabras que,
dentro de esto de estar con uno,
vocifera una vocación
que se enciende lenta y
paulatinamente.
Todo mi ser se compromete
en esta búsqueda
de mi verdad personal.
Entiendo pero no comprendo
al canal que, cual crisálida,
irrumpe en inesperados momentos
donde la creatividad fluye
en una comunión con mi espíritu
vacilante.
Capto un mundo de ideas.
¿El de Platón?
Quien sabe…
No hay comentarios:
Publicar un comentario